Julián Luna Loera
Julio 18, 1937 - Noviembre 13, 2020
Después de una lucha muy valiente contra complicaciones de salud, nuestro padre y gran esposo se reunió con el Señor.
De parte de toda la familia les agradezco que nos acompañen en este día, hoy daremos una despedida física al esposo abnegado, amoroso, padre querido y respetado por todos. Un gran grandpo y abuelo.
Gracias a todos por honrarnos con su presencia aquí y en video.
Julián Luna Loera, nuestro padre y esposo, nació en Campana Tlahualilo Durango de una familia humilde pero rica de amor, fe y esperanza.
En sus primeros años él sólo cursó hasta segundo año de primaria. Su tenacidad, vivacidad e inteligencia sobrepasaron la falta de educación y se convirtió en un gran hijo, ayudando a su familia a cuidar del campo, las cosechas y los animales de la familia.
En su juventud le encantó jugar béisbol. Él era un gran jugador; fue el pitcher y el catcher de su equipo local en Campana Tlahualilo. Su sobrenombre era el “tira balazos” porque pichaba muy bien. Él tuvo el talento de haber sido un gran jugador pero Dios le tenía otro destino; el destino de ser el padre de 4 generaciones incluyendo un total de 102 personas, más o menos.
Ya de joven decidió poner los ojos en la muchacha más linda del rancho, con Candelaria Martínez de la Cruz. Contrajeron matrimonio en 1957, el 14 de Septiembre. De este matrimonio nacieron doce hijos, ocho de ellos lo acompañaron durante su jornada aquí en este mundo.
Julián siempre buscó el bien para su familia: emigró de Durango a Ciudad Juárez, en donde se estableció por más de 20 años, siendo querido y respetado por conocidos y familia. En Juárez se dedicó a la venta de artículos para el hogar y la vestimenta.
Con toda la valentía del mundo influenciado por sus hijos mayores que vivían ya en Denver Colorado y su hermosa Cande, en 1985 emigró a Denver Colorado donde asentó su residencia.
Una unidad matrimonial hermosa con altos y bajos pero siempre unidos, mi padre, Julián, siempre tenía orgullo del aniversario 63 años ya cumplidos.
El mayor orgullo de Julián ha sido la familia: su esposa hermosa Cande, su viejita. Sus hijos, 43 nietos, 49 bisnietos (incluyendo el que viene en camino) y dos tataranietos. La unidad de su familia era lo más importante, no el dinero ni la riqueza.
Nuestro padre fue un gran maestro, siempre inculcó la honestidad y el trabajo duro. La valentía en que afrontó sus últimos momentos son dignos de admiración para toda la familia: “Échenle ganas, manténganse unidos y nunca pierdan la fe. Dios es es muy grande”, él decía. Siempre recordaremos sus grandes consejos.
A Julián le preceden en su partida: su padre, José Luna y su madre, Cruz Loera; sus hermanos, Jesús Luna, María Luna (De la Torre), Felíx Luna, Refugio Luna y Gregorio Luna; sus hijos, Mario Luna, Marta Luna, David Luna, María Ester Luna; sus nietos, Moraima Luna, Enrique Tellez, R.J. Luna, Juan Carlos Hancock, Moraine Gallegos Luna, y muchos más. La reunión de Julián con su familia en el cielo es grande.
A Julián le sobreviven: su amada esposa, Candelaria Martínez de Luna; sus hijos, Juan José Luna (Esther), Estanislao “Tanilo” Luna (Irma), Raúl Luna (Patricia), Clara “Rosa” Luna-Darnell (Doug “Coqui”), Julián Luna (Sandra), Abigail “Abby” Luna Vongphandy (Keo), Joel Luna (Santa) y Josué Gabriel Luna; sus hermanos, María Elena Luna, Jesús Luna Loera, Guadalupe Luna; y muchos sobrinos y primos.
Mi padre, Julián, fue un hombre valiente que nunca se achicopaló en las buenas y en la adversidad y hasta el último momento. La familia de Julián Luna Loera lo recordará y honrará siempre. ‘Til We Meet Again...[escrito por Clara Luna Darnell "Rosa"]